domingo, 18 de mayo de 2008

España vs Francia

Es tal el contraste de un país o otro que aunque cerrase mis ojos con todas las fuerzas y pensase que me encuentro en España, jamás sería creíble.

No se respira el mismo ambiente, la gente no se parece en absoluto, la comida es pésima y sobre todo los horarios para comer (a las 12 no soy capaz de ponerme a comer, como mucho a desayunar). Las tiendas cierran a las 7 de la tarde y las que se encuentran en centros comerciales algo más tarde (a las 8 no os vayáis a pensar que es a las 10 como en España), o sea que si sales de clase a las 18:30 y aún no has comprado tienes que correr más que el tío de los bollos para poder comprar algo (ya que a las 18:45 te están mirando mal por permanecer en el establecimiento).

Comprendo que no todos los países son iguales, sé que no todas las personas son iguales incluso si pertenecen al mismo país pero de lo que me he dado cuenta es que los franceses sí son iguales.

No es que todos tengan la misma personalidad (que incluso a veces lo pienso) sino que actúan con los extranjeros de la misma forma;no son personas extrovertidas, ni amables ni tan si quiera serviciales...

Además tanto que dicen que en las discotecas españolas los españoles actúan como buitres no sabéis cómo lo hacen ellos en su ambiente.
Son super acosadores, no te dejan tranquila e incluso recuerdo que un día salimos y un francés no me dejaba tranquila, uno de mis amigos se acercó haciéndose pasar por mi novio y el tío le increpó; le dijo que tenía que entender que en Francia aunque una chica tenga pareja y salga esa noche con él ¡¡¡los chicos franceses pueden hablar con ellas y darle el coñazo!!!!.

En España hay tíos babosos, lo sé, pero en cuanto le dices a uno de esos personajes que se separe de ti y que pasas de su jeta, el individuo tiene bastante amor propio como para saber que debe retirarse, los gabachos no.

Aún así no puedo evitar emocionarme cada vez que escucho ese acento que tienen los cabrones, esa pronunciación que cuando hablan parecen que están tarareando la más bellas de las melodías que existen...

Amo la lengua francesa, amo muchísimos rincones de Francia pero no señores, para nada amo a los franceses.

3 comentarios:

Largo dijo...

Ya me lo he leído entero, en vez de estudiar.

Te recomendaría una peli, sobre los recuerdos. Pero no sé si será bueno, ya sabes que yo me machaco a mi mismo con la música y las cosas que leo.
Y sólo sé de cosas tristes pero bueno, si la quieres ver se llama Eternal Sunshine of The Spotless Mind (Olvídate de Mí en castellano) de Michel Gondry. Ánimo avec les examens.

Anónimo dijo...

Lamento mucho que te hayas llevado esa percepción de nuestros vecinos franceses.
Al menos espero que sepas quedarte con lo positivo.

Anónimo dijo...

Yo este año he aprendido a pasar de los franceses y de Francia. A odiar los acentos que se hablan en su tierra, sus costumbres y sus rasgos identitarios; su prepotencia y su egocentrismo; a odiar a Francia.

Menos mal que hay muchas otras partes del mundo donde se habla francés.

Vive le Québec !

Un besazo, churri!!!!!! ;)