domingo, 3 de febrero de 2008

¿Se pueden borrar los recuerdos?

Ayer me puse a ver por internet el último capítulo de los hombres de paco emitido por Antena3, en dicho capítulo Mariano visita a un médico encargado de borrar los recuerdos que atormentan a las personas.
Este le dice a Mariano que se lo piense bien ya que el tratamiento puede tener unos efectos secundarios durísimos (como daños cerebrales irreparables, tumores, pérdida total de la memoria, y un largo etcétera).

Aún así Mariano decide someterse a dicho tratamiento con la esperanza de poder borrar los recuerdos que lo atormentan (haberse liado con la mujer de su mejor amigo).

Al ver esto en la serie me ha dado por pensar que a mí también me gustaría borrar muchos recuerdos de mi cabeza; me encantaría poder deshacerme de todas las cosas que me atormentan por las noches y que no me dejan descansar tranquila. Pero claro, tampoco me gustaría borrar todo mi disco duro, sólo quisiera hacer desaparecer unos cuantos archivos innecesarios para mí.

No sé si esa técnica existirá en la realidad, tampoco sé las consecuencias que puede acarrear un acto de semejante magnitud pero lo que sí sé y con bastante certeza es que acabaría con este insomnio que no me deja vivir tranquila.

También es cierto que nadie merece caer en el olvido pero cuando una persona te ha hecho tanto daño ¿acaso no es mejor borrarla de la mente?.

Sé que es la solución más fácil, sé que los problemas se deben afrontar por uno mismo, pero también sé que como no se borren mis recuerdos rápido voy a terminar por volverme mucho más loca de lo que estoy ahora...

sábado, 2 de febrero de 2008

Después de tanto tiempo, he vuelto

Pues sí, pensé que esta bitácora se había ido a pique, pensé que jamás volvería a escribir en ella...

Pero hoy me he puesto a releer los artículos que había escrito y me he dado cuenta que no merece la pena cerrarla; esta ha sido mi pequeña vía de escape, me ha servido para autoayudarme en los momentos en que no era capaz de pronunciar una sola palabra y creo que no es justo que acabe con ella.

Me da igual no tener ningún lector, me da igual que no me dejen comentarios, lo único que intento es desahogarme escribiendo lo que me pasa para un día leerlo y pensar que siempre la vida va a mejor.

Ha llovido mucho desde mis últimos artículos pero me he percatado que sigo teniendo los mismos miedos, sigo siendo esa pequeña niña que espera que alguien la comprenda, aquella ilusa que siempre ha soñado con una vida un poquito mejor, aquella chica que perdió la ilusión por todo el día en que se dio cuenta de que estaba realmente sola.

No me importa que la gente piense que esta bitácora es muy aburrida, es más, esto sólo lo hago para mí. Me gustaría darme cuenta que siempre tendré un hombro (o en este caso un espacio) dónde poder llorar cuando lo necesite, dónde poder reír cuando me apetezca y dónde pueda recordar que las palabras es lo más bonito que tenemos los seres humanos.

A partir de hoy queda abierto de nuevo este crepúsculo, este espacio dónde puedo ser yo misma.